Un escritor maldito es indefinible.
No obstante eso tiene dos ineludibles características.
La primera es que escribe.
La segunda es que está maldito.
No obstante eso tiene dos ineludibles características.
La primera es que escribe.
La segunda es que está maldito.
Sabemos muy bien que cuando estemos muertos y enterrados
un montón de imbéciles de la Sorbona se va a doctorar gracias a nosotros, que
otro montón de hijos de puta se va a enriquecer haciendo nuestra biografía y
que los futuros editores venderán cinco millones de ejemplares del mismo libro
que si ahora vendemos sólo cinco ya podemos comprarnos una pizza de tres pesos
para festejar.
Yo sé muy bien que futuros lectores se conmoverán al leer
que me prostituí para pagar el gas, que sufrirán al saber que cargué bolsas en
el puerto para comprar papel, que llorarán desconsolados al leer que me hice
ciruja para dar de comer a mis hijos del pecado. Sé que se enamorarán de mí al
ver mi foto de prontuario de cuando asalté una farmacia para comprarme las
Iluminaciones de Rimbaud, que leí en la cárcel y que encima no me gustaron y
que este mismo cuaderno en el que escribo y que robé en un supermercado lo
subastará Sotheby’s. Mientras sé muy bien todo esto, tengo que aguantarme que
la Humanidad me desprecie. ¿Y saben lo que les digo? Digo: Ja. .. y además… que
les importa que haya sido prostituta, ladrona y ciruja si no es eso lo que me
hizo una curtida mujer de la literatura, sino que fue enterarme de que mi padre
era en realidad mi hermano y que por lo tanto mi madre se casó con mi abuelo.
Pero para saber qué es en definitiva un escritor maldito,
lo definiremos así.
Un escritor maldito se define por la sonrisa irónica con
que estampa su firma inmortal en la hoja que le tiende el empleado de
tribunales, ente vulgar y bruto, al entregarle la última cédula de desalojo.
Ni espero ni quiero que se dé crédito a la historia más
extraordinaria, y, sin embargo, más familiar, que voy a referir. Tratándose de
un caso en el que mis sentidos se niegan a aceptar su propio testimonio, yo
habría de estar realmente loco si así lo creyera. No obstante, no estoy loco,
y, con toda seguridad, no sueño. Pero mañana puedo morir y quisiera aliviar hoy
mi espíritu. Mi inmediato deseo es mostrar al mundo, clara, concretamente y sin
comentarios, una serie de simples acontecimientos domésticos que, por sus
consecuencias, me han aterrorizado, torturado y anonadado. A pesar de todo, no
trataré de esclarecerlos. A mí casi no me han producido otro sentimiento que el
de horror; pero a muchas personas les parecerán menos terribles que barrocas.
Tal vez más tarde haya una inteligencia que reduzca mi fantasma al estado de
lugar común. Alguna inteligencia más serena, más lógica y mucho menos excitable
que la mía, encontrará tan sólo en las circunstancias que relato con terror una
serie normal de causas y de efectos naturalísimos.
Edgar Allan Poe
(Boston, EE UU,
1809-Baltimore, id., 1849) Poeta, cuentista y crítico estadounidense. Sus
padres, actores de teatro itinerantes, murieron cuando él era todavía un niño.
Edgar Allan Poe fue educado por John Allan, un acaudalado hombre de negocios de
Richmond, y de 1815 a 1820 vivió con éste y su esposa en el Reino Unido, donde
comenzó su educación.
Después de regresar a Estados Unidos, Edgar Allan Poe
siguió estudiando en centros privados y asistió a la Universidad de Virginia,
pero en 1827 su afición al juego y a la bebida le acarreó la expulsión. Abandonó
poco después el puesto de empleado que le había asignado su padre adoptivo, y
viajó a Boston, donde publicó anónimamente su primer libro, Tamerlán y
otros poemas (Tamerlane and Other Poems, 1827).
Se alistó luego en el ejército, en el que permaneció dos
años. En 1829 apareció su segundo libro de poemas, Al Aaraf, y obtuvo, por
influencia de su padre adoptivo, un cargo en la Academia Militar de West Point,
de la que a los pocos meses fue expulsado por negligencia en el cumplimiento
del deber.
En 1832, y después de la publicación de su tercer libro, Poemas (Poems
by Edgar Allan Poe, 1831), se desplazó a Baltimore, donde contrajo matrimonio
con su jovencísima prima Virginia Clem, que contaba sólo catorce años de edad.
Por esta época entró como redactor en el periódico Southern Baltimore
Messenger, y más tarde en varias revistas en Filadelfia y Nueva York, ciudad en
la que se había instalado con su esposa en 1837.
Su labor como crítico literario incisivo y a menudo
escandaloso le granjeó cierta notoriedad, y sus originales apreciaciones acerca
del cuento y de la naturaleza de la poesía no dejarían de ganar influencia con
el tiempo. La larga enfermedad de su esposa convirtió su matrimonio en una
experiencia amarga; cuando ella murió, en 1847, se agravó su tendencia al
alcoholismo y al consumo de drogas, según testimonio de sus contemporáneos.
Ambas fueron, con toda probabilidad, la causa de su muerte.
La obra de Edgar Allan Poe
Según Poe, la máxima expresión literaria era la poesía, y
a ella dedicó sus mayores esfuerzos. Es justamente célebre su extenso poema El
cuervo (The Raven, 1845), donde su dominio del ritmo y la sonoridad del
verso llegan a su máxima expresión. Las campanas (The Bells, 1849), que
evoca constantemente sonidos metálicos, Ulalume (1831) yAnnabel Lee (1849)
manifiestan idéntico virtuosismo.
Pero la genialidad y la originalidad de Edgar Allan Poe
encuentran quizás su mejor expresión en los cuentos, que, según sus propias
apreciaciones críticas, son la segunda forma literaria, pues permiten una
lectura sin interrupciones, y por tanto la unidad de efecto que resulta
imposible en la novela.
Publicados bajo el título Cuentos de lo grotesco y
de lo arabesco (Tales of the Grotesque and Arabesque, 1840), aunque hubo
nuevas recopilaciones de narraciones suyas en 1843 y 1845, la mayoría se
desarrolla en un ambiente gótico y siniestro, plagado de intervenciones
sobrenaturales, y en muchos casos preludian la literatura moderna de terror;
buen ejemplo de ello es La caída de la casa Usher (The Fall of the
House of Usher).
Su cuento Los crímenes de la calle Morgue (The
Murders in the Rue Morgue) se ha considerado, con toda razón, como el fundador
del género de la novela de misterio y detectivesca. Destaca también su única
novela Las aventuras de Arthur Gordon Pym (The Narrative of Arthur
Gordon Pym), de crudo realismo y en la que reaparecen numerosos elementos de
sus cuentos. La obra de Poe influyó notablemente en los simbolistas franceses,
en especial en Charles Baudelaire, quien lo dio a conocer en Europa.
Bibliografía:
Ruggeri,Paula (2009) Definición del escritor maldito. En línea 18 de enero de 2009 <http://www.revistadeletras.net/definicion-del-escritor-maldito/> Consulta 30 de noviembre de 2012.
Anonimo (2012) El gato negro. En línea 8 de junio de 2012. http://rincon--paranormal.blogspot.mx/2012/08/el-gato-negro-edgar-allan-poe.html consulta 30 de noviembre 2012.
Anonimo (2010) Edgar Allan Poe. En línea 15 de mayo de 2010 http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/poe.htm
consultado el 30 de noviembre 2012.
Claudia Andrea García Ruíz
No hay comentarios:
Publicar un comentario