LA
BEAT EN EL ROCK
La
relación del beat con la música viene desde sus mismos orígenes terminológicos,
pues -a pesar de las significaciones que le diera Kerouac y otros miembros de
la generación- el término beat procede del argot que utilizaban los músicos del
jazz de la época. Sin embargo, el beat encontraría en el rock el territorio
ideal para la natural prolongación de sus preocupaciones temáticas, aunque el
trasvase no sería inmediato. Durante los primeros años del rock, este estilo se
convertiría en la expresión sonora de una rebeldía que flotaba en el ambiente y
que, en algunos puntos, coincidía con el ideario beat, aunque no en todos. Sería necesario esperar hasta las corrientes
contraculturales de los años sesenta para que el beat tuviera su
correspondencia más justa y equilibrada en el mundo de la música rock:
cantautores como Bob Dylan se apropiaron respetuosamente de esa mítica del
outsider, de esa reivindicación, teñida de romanticismo, de la cara oculta del
sueño americano. A partir de Dylan, la
adopción del modelo no sería abandonada por completo en ningún momento. Incluso
en la década de los ochenta habría lugar para que un neo-beat extraño e innovador
como Tom Waits lograse articular un discurso poético-musical de singular
relevancia.
El
beat ha sido uno de los movimientos
literarios más difíciles de ceñir a unas concretas coordenadas temporales
porque la sombra de su influencia se ramifica y se extiende a muy lejanos
territorios. En algunos casos, su filosofía influirá por ósmosis a algunos de
sus contemporáneos cuyo trabajo no podría inscribirse estrictamente en el beat:
es el caso de los hipsters, denominación que no quiere referirse a ninguna
escuela o grupo generacional, sino a una forma de vida a contracorriente, ajena
a todo convencionalismo, como la que encarnaba Paul Bowles. Es evidente que
Bowles no puede incluirse dentro de la generación beat, pero sus obras mayores
beberían directamente de sus fuentes ideológicas. En su derivación psicodélica,
el beat iba a nutrir también muy distintas opciones estéticas, desde el
periodismo gonzo de un Hunter S. Thompson hasta el espíritu lúdico de un
Richard Brautigan, al que no es descabellado incluir en las filas del
postmodernismo literario que encabezarían autores como Kurt Vonneguet, John
Barth o Thomas Pynchon. El violento naturalismo coloquial de Hubert Selby de
Ultima Salida Para Brooklyn o el nihilismo escatológico de un Bukowski, son
también hijos lejanos de esa revolución que había salido a la luz a mediados de
los años cincuenta.
Pero
el tiempo no le ha dado toda la razón a la generación beat. Las palabras de
Ginsberg siguen siendo poderosas literariamente, pero dudosamente podrán
transformar la realidad. Sin embargo, en su condición de movimiento fundador de
la contracultura americana, de corriente impulsora de una expresión artística
disidente y comprometida, la beat
generation sigue gozando de una importancia histórica verdaderamente mayúscula.
Generación
beat
El
término Generación Beat (en inglés: Beat Generation) se refiere a un grupo de
escritores estadounidenses de la década de los cincuenta, así como al fenómeno
cultural sobre el cual escribieron. Algunos elementos definitorios son el
rechazo a los valores estadounidenses clásicos, el uso de drogas, una gran
libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental. Esta nueva forma de ver
las cosas dejó su principal influencia y legado en la posterior contracultura o
movimiento hippie.
Sus
principales obras literarias son Aullido de Allen Ginsberg (1956), En el camino
de Jack Kerouac (1957) y El almuerzo desnudo de William S. Burroughs (1959).
Recientemente se ha publicado en español "Cartas", correspondencia
mantenida durante años entre Ginsberg y Kerouac.1
El
jazz y la Generación Beat
La
palabra beat, en su doble acepción, era parte de la jerga del jazz desde la
segunda guerra mundial. La primera idea y la más evidente está referida al
pulso del metrónomo que sigue marcando el ritmo aunque los músicos dejen de
tocar, extrapolándose la idea a los latidos del corazón acelerado por la
benzedrina que sigue marcando el pulso aunque la energía del cuerpo se acabe.
La segunda noción apunta a las ideas de poor and exhausted que igualmente se
asocian a la resaca de la droga. Cuando Kerouac comienza a usar la palabra beat
junto a John Clellon Holmes para identificar al pequeño grupo de amigos que
conformarían originalmente la generación beat (Ginsberg, Carr, Cassady, Chase,
Burroughs, él mismo, y más tarde Corso, Ferlinguetti y Orlovski) , posiblemente
está pensando en ello sin dotar de mayor profundidad al término. El entusiasmo
que la palabra suscitaría en ellos se debe, según cree John Arthur Maynard , en
la asociación entre el artista del jazz y el mito del artista solitario y
torturado que encarnaba Rimbaud. No fue la última vez y posiblemente no fue la
primera en que se rindió culto a quienes habían muerto entregados a su arte y
por su propia mano (o debido a una sobredosis de alguna sustancia).
LA
INFLUENCIA DEL JAZZ EN LA GENERACIÓN BEAT
A la
vez que el movimiento Beat iba tomando forma, el Bebop también iba adquiriendo
importancia, especialmente en Nueva York, cuya calle 52 hervía con la actividad
de los clubes de jazz que practicaban este estilo. El Bebop, era un estilo de
jazz innovador, que nace en los años cuarenta, caracterizado por los pequeños
combos en oposición a las grandes orquestas de jazz y por grandes alardes de
virtuosismo.
El
auge del Bebop se sitúa en el corazón de Nueva York, con músicos de la talla de
Dizzy Gillespie, Thelonius Monk, Charlie Parker, Max Roach y Miles Davis, que
marcaron una nueva era en la música jazz. Kerouac, Ginsberd y ses compañeros
pasaban mucho tiempo en esos clubes de Nueva York, como el Red Drum, Minton's,
The open door y otros garitos similares, matando el tiempo y asumiendo los
contenidos de su música. Parker, Gillespie y Davis no tardaron en convertirse
en los "Héroes Secretos", en palabras de Ginsberg, de este grupo de
estetas.
De
entre los hechos que facilitan esta cohesión entre el jazz y los Beats, varios
se derivan del propio concepto "beat". Este término fue usado al
principio por los músicos de jazz, tras la Segunda Guerra Mundial, como un
término de jerga para definir al pobre y exhausto. Kerouac le dio un giro al
significado para que sirviera a sus propósitos, añadiéndole el concepto de
"beatitud".
Los
autores Beats tomaron prestados otros términos de la jerga jazzistica de los
años cuarenta, plagando sus obras de términos como "square",
"cats", "nowhere" and "dig". Pero el jazz significó
para los Beats mucho más que una fuente para ampliar su vocabulario. También
les proporcionó un estilo de vida, una manera totalmente diferente de volcar
sus procesos creativos en el papel. En su libro Venice West, John Arthur
Maynard escribió:
El Jazz
sirvió como punto de referencia [para los Beats][...] de él, adoptaron los
mitos del artista torturado y solitario, que actúa con otros pero también, muy
a menudo, solo. Hablaban el lenguaje del jazz, elaboraban ritos comunes sobre
el uso de las dogas de los músicos de jazz, y lamentaban amargamente la muerte
de los músicos que iban falleciendo.
Posiblemente,
el mejor modelo para explicar los ideales artísticos tanto de los músicos como
de los Beats, se encuentra en la vida y obra del poeta decimonónico Arthur
Rimbaud, cuya actitud ante el proceso artístico de creación y comprensión de la
vida era muy similar a la que luego adoptaron ambos grupos para sus propias
obras y vidas, obviamente muy influenciados por él.
Rimbaud
bebía como un cosaco, comenzó a escribir poesía muy joven, y se consumió muy
pronto como tantos músicos y escritores posteriores. La dedicación de Rimbaud
hacia su arte fue tan vehemente que a los 21 años ya no pudo hacer más. Los
Beats consideraban a Rimbaud como otro de sus "Héroes secretos", y el
"complejo Rimbaud" fue una actitud que compartieron ambos grupos.
Muchos
Beats consumían heroína, benzedrina y otras drogas a imitación de los músicos
de jazz que tanto los influenciaron, esperando que las drogas les hicieran a
ellos lo que suponían habían hecho a los grandes del jazz, como Parker. Kerouac
escribió su famoso libro "On the road", considerado frecuentemente
como la obra definitiva del movimiento beat, bajo los efectos de la benzedrina
en sólo tres días. Burroughs usó su dependencia de la heroína como fuente de
inspiración para algunos de sus libros como "Junky" o "Naked
lunch".
No
solo imitaron los estilos de vida de los grandes músicos del jazz, sino que
aplicaron las principales ideas del Bebop a su poesía y prosa, creando un
estilo propio denominado "bop prosody". La prosa de los Beats,
especialmente la de Kerouac, se caracteriza por un estilo sumergido en una
corriente de inconsciencia, con frases realizadas a brochazos, raramente
revisadas y escasamente puntuadas.
Una
de las máximas de la manera de escribir de los beats es la que Ginsberg,
parafraseando la filosofía budista, redacto como: "El primer pensamiento
es el buen pensamiento".
El
ritmo, la métrica y la longitud de los versos era bastante más similar a la
música jazz de lo que era en los estilos europeos de poesía. Ginsberg decía que
alargaba los versos de sus poemas de acuerdo con su propia respiración, y
elaboraba un ritmo sincopado, similar al jazz. Este se ve bastante bien en su
poema "Howl", que compara, en un ensayo de 1959, con las canciones de
Charlie Parker.
Posiblemente,
el más implicado de los Beats con el jazz fue Leroi Jones, que luego cambio su
nombre por el de Amiri Baraka. Baraka nunca formó parte de manera clara del
grupo que dio origen al movimiento beat, sino que iba más a su aire,
influenciado claramente por su origen afroamericano. Baraka utilizaba su raza
como gasolina para sus poesías, u tenía unos puntos de vista raciales y
políticos bastante extremistas.
Kerouac
estaba particularmente involucrado en la escena Bebop, y según Ted Jones,
conocía montones de músicos de jazz, aparte de mantener una estrecha amistad
con varios de ellos como Zoot Sims, Al Cohn y Brue Moore. Kerouac, aparte de
novelista, también escribía poesía, y uso sus habilidades poéticas para elogiar
a Charlie Parker tras su muerte, en el libro de poemas "Mexico City
Blues", al que también homenajeó Corso en su poema "Requiem for Bird
Parkern musician", publicado en 1955.
Costa
Jordi. “LA GENERACIÓN BEAT” La letra
ausente, http://www.laletraausente.com/indice5/b3texto.html.
Generación
Beat (14 nov. 2012) Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Generaci%C3%B3n_beat
Adrian
Barahona (2009) Influencias del Jazz en la poética beat (2012) http://www.adrianbarahona.cl/influencias-del-jazz-en-la-poetica-beat/
Alejandria
La influencia del Jazz en la generación Beat. http://www.pobladores.com/channels/arte_y_literatura/Biblioteca_Alejandria/area/18
Brenda Sarai Buenrostro Ortiz
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