sábado, 8 de diciembre de 2012

Gen. Beat- Música en la generación Beat


LA BEAT EN EL ROCK
La relación del beat con la música viene desde sus mismos orígenes terminológicos, pues -a pesar de las significaciones que le diera Kerouac y otros miembros de la generación- el término beat procede del argot que utilizaban los músicos del jazz de la época. Sin embargo, el beat encontraría en el rock el territorio ideal para la natural prolongación de sus preocupaciones temáticas, aunque el trasvase no sería inmediato. Durante los primeros años del rock, este estilo se convertiría en la expresión sonora de una rebeldía que flotaba en el ambiente y que, en algunos puntos, coincidía con el ideario beat, aunque no en todos.  Sería necesario esperar hasta las corrientes contraculturales de los años sesenta para que el beat tuviera su correspondencia más justa y equilibrada en el mundo de la música rock: cantautores como Bob Dylan se apropiaron respetuosamente de esa mítica del outsider, de esa reivindicación, teñida de romanticismo, de la cara oculta del sueño americano.  A partir de Dylan, la adopción del modelo no sería abandonada por completo en ningún momento. Incluso en la década de los ochenta habría lugar para que un neo-beat extraño e innovador como Tom Waits lograse articular un discurso poético-musical de singular relevancia.
El beat  ha sido uno de los movimientos literarios más difíciles de ceñir a unas concretas coordenadas temporales porque la sombra de su influencia se ramifica y se extiende a muy lejanos territorios. En algunos casos, su filosofía influirá por ósmosis a algunos de sus contemporáneos cuyo trabajo no podría inscribirse estrictamente en el beat: es el caso de los hipsters, denominación que no quiere referirse a ninguna escuela o grupo generacional, sino a una forma de vida a contracorriente, ajena a todo convencionalismo, como la que encarnaba Paul Bowles. Es evidente que Bowles no puede incluirse dentro de la generación beat, pero sus obras mayores beberían directamente de sus fuentes ideológicas. En su derivación psicodélica, el beat iba a nutrir también muy distintas opciones estéticas, desde el periodismo gonzo de un Hunter S. Thompson hasta el espíritu lúdico de un Richard Brautigan, al que no es descabellado incluir en las filas del postmodernismo literario que encabezarían autores como Kurt Vonneguet, John Barth o Thomas Pynchon. El violento naturalismo coloquial de Hubert Selby de Ultima Salida Para Brooklyn o el nihilismo escatológico de un Bukowski, son también hijos lejanos de esa revolución que había salido a la luz a mediados de los años cincuenta.
Pero el tiempo no le ha dado toda la razón a la generación beat. Las palabras de Ginsberg siguen siendo poderosas literariamente, pero dudosamente podrán transformar la realidad. Sin embargo, en su condición de movimiento fundador de la contracultura americana, de corriente impulsora de una expresión artística disidente y comprometida,  la beat generation sigue gozando de una importancia histórica verdaderamente mayúscula.

Generación beat
El término Generación Beat (en inglés: Beat Generation) se refiere a un grupo de escritores estadounidenses de la década de los cincuenta, así como al fenómeno cultural sobre el cual escribieron. Algunos elementos definitorios son el rechazo a los valores estadounidenses clásicos, el uso de drogas, una gran libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental. Esta nueva forma de ver las cosas dejó su principal influencia y legado en la posterior contracultura o movimiento hippie.
Sus principales obras literarias son Aullido de Allen Ginsberg (1956), En el camino de Jack Kerouac (1957) y El almuerzo desnudo de William S. Burroughs (1959). Recientemente se ha publicado en español "Cartas", correspondencia mantenida durante años entre Ginsberg y Kerouac.1

El jazz y la Generación Beat
La palabra beat, en su doble acepción, era parte de la jerga del jazz desde la segunda guerra mundial. La primera idea y la más evidente está referida al pulso del metrónomo que sigue marcando el ritmo aunque los músicos dejen de tocar, extrapolándose la idea a los latidos del corazón acelerado por la benzedrina que sigue marcando el pulso aunque la energía del cuerpo se acabe. La segunda noción apunta a las ideas de poor and exhausted que igualmente se asocian a la resaca de la droga. Cuando Kerouac comienza a usar la palabra beat junto a John Clellon Holmes para identificar al pequeño grupo de amigos que conformarían originalmente la generación beat (Ginsberg, Carr, Cassady, Chase, Burroughs, él mismo, y más tarde Corso, Ferlinguetti y Orlovski) , posiblemente está pensando en ello sin dotar de mayor profundidad al término. El entusiasmo que la palabra suscitaría en ellos se debe, según cree John Arthur Maynard , en la asociación entre el artista del jazz y el mito del artista solitario y torturado que encarnaba Rimbaud. No fue la última vez y posiblemente no fue la primera en que se rindió culto a quienes habían muerto entregados a su arte y por su propia mano (o debido a una sobredosis de alguna sustancia).

LA INFLUENCIA DEL JAZZ EN LA GENERACIÓN BEAT
A la vez que el movimiento Beat iba tomando forma, el Bebop también iba adquiriendo importancia, especialmente en Nueva York, cuya calle 52 hervía con la actividad de los clubes de jazz que practicaban este estilo. El Bebop, era un estilo de jazz innovador, que nace en los años cuarenta, caracterizado por los pequeños combos en oposición a las grandes orquestas de jazz y por grandes alardes de virtuosismo.
El auge del Bebop se sitúa en el corazón de Nueva York, con músicos de la talla de Dizzy Gillespie, Thelonius Monk, Charlie Parker, Max Roach y Miles Davis, que marcaron una nueva era en la música jazz. Kerouac, Ginsberd y ses compañeros pasaban mucho tiempo en esos clubes de Nueva York, como el Red Drum, Minton's, The open door y otros garitos similares, matando el tiempo y asumiendo los contenidos de su música. Parker, Gillespie y Davis no tardaron en convertirse en los "Héroes Secretos", en palabras de Ginsberg, de este grupo de estetas.
De entre los hechos que facilitan esta cohesión entre el jazz y los Beats, varios se derivan del propio concepto "beat". Este término fue usado al principio por los músicos de jazz, tras la Segunda Guerra Mundial, como un término de jerga para definir al pobre y exhausto. Kerouac le dio un giro al significado para que sirviera a sus propósitos, añadiéndole el concepto de "beatitud".
Los autores Beats tomaron prestados otros términos de la jerga jazzistica de los años cuarenta, plagando sus obras de términos como "square", "cats", "nowhere" and "dig". Pero el jazz significó para los Beats mucho más que una fuente para ampliar su vocabulario. También les proporcionó un estilo de vida, una manera totalmente diferente de volcar sus procesos creativos en el papel. En su libro Venice West, John Arthur Maynard escribió:
El Jazz sirvió como punto de referencia [para los Beats][...] de él, adoptaron los mitos del artista torturado y solitario, que actúa con otros pero también, muy a menudo, solo. Hablaban el lenguaje del jazz, elaboraban ritos comunes sobre el uso de las dogas de los músicos de jazz, y lamentaban amargamente la muerte de los músicos que iban falleciendo.
Posiblemente, el mejor modelo para explicar los ideales artísticos tanto de los músicos como de los Beats, se encuentra en la vida y obra del poeta decimonónico Arthur Rimbaud, cuya actitud ante el proceso artístico de creación y comprensión de la vida era muy similar a la que luego adoptaron ambos grupos para sus propias obras y vidas, obviamente muy influenciados por él.
Rimbaud bebía como un cosaco, comenzó a escribir poesía muy joven, y se consumió muy pronto como tantos músicos y escritores posteriores. La dedicación de Rimbaud hacia su arte fue tan vehemente que a los 21 años ya no pudo hacer más. Los Beats consideraban a Rimbaud como otro de sus "Héroes secretos", y el "complejo Rimbaud" fue una actitud que compartieron ambos grupos.
Muchos Beats consumían heroína, benzedrina y otras drogas a imitación de los músicos de jazz que tanto los influenciaron, esperando que las drogas les hicieran a ellos lo que suponían habían hecho a los grandes del jazz, como Parker. Kerouac escribió su famoso libro "On the road", considerado frecuentemente como la obra definitiva del movimiento beat, bajo los efectos de la benzedrina en sólo tres días. Burroughs usó su dependencia de la heroína como fuente de inspiración para algunos de sus libros como "Junky" o "Naked lunch".
No solo imitaron los estilos de vida de los grandes músicos del jazz, sino que aplicaron las principales ideas del Bebop a su poesía y prosa, creando un estilo propio denominado "bop prosody". La prosa de los Beats, especialmente la de Kerouac, se caracteriza por un estilo sumergido en una corriente de inconsciencia, con frases realizadas a brochazos, raramente revisadas y escasamente puntuadas.
Una de las máximas de la manera de escribir de los beats es la que Ginsberg, parafraseando la filosofía budista, redacto como: "El primer pensamiento es el buen pensamiento".
El ritmo, la métrica y la longitud de los versos era bastante más similar a la música jazz de lo que era en los estilos europeos de poesía. Ginsberg decía que alargaba los versos de sus poemas de acuerdo con su propia respiración, y elaboraba un ritmo sincopado, similar al jazz. Este se ve bastante bien en su poema "Howl", que compara, en un ensayo de 1959, con las canciones de Charlie Parker.
Posiblemente, el más implicado de los Beats con el jazz fue Leroi Jones, que luego cambio su nombre por el de Amiri Baraka. Baraka nunca formó parte de manera clara del grupo que dio origen al movimiento beat, sino que iba más a su aire, influenciado claramente por su origen afroamericano. Baraka utilizaba su raza como gasolina para sus poesías, u tenía unos puntos de vista raciales y políticos bastante extremistas.
Kerouac estaba particularmente involucrado en la escena Bebop, y según Ted Jones, conocía montones de músicos de jazz, aparte de mantener una estrecha amistad con varios de ellos como Zoot Sims, Al Cohn y Brue Moore. Kerouac, aparte de novelista, también escribía poesía, y uso sus habilidades poéticas para elogiar a Charlie Parker tras su muerte, en el libro de poemas "Mexico City Blues", al que también homenajeó Corso en su poema "Requiem for Bird Parkern musician", publicado en 1955.




Costa Jordi. “LA GENERACIÓN BEAT”  La letra ausente, http://www.laletraausente.com/indice5/b3texto.html.
Generación Beat (14 nov. 2012) Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Generaci%C3%B3n_beat
Adrian Barahona (2009) Influencias del Jazz en la poética beat (2012) http://www.adrianbarahona.cl/influencias-del-jazz-en-la-poetica-beat/
Alejandria La influencia del Jazz en la generación Beat. http://www.pobladores.com/channels/arte_y_literatura/Biblioteca_Alejandria/area/18

Brenda Sarai Buenrostro Ortiz

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